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Introducción del Tai Chi






El Tai Chi Chuan es un arte marcial de origen Chino y se basa en el desarrollo de la energía interior mediante ejercicios realizados con suavidad y una intención determinada. La practica del Tai Chi ejercita conjuntamente Cuerpo, Mente y Espíritu siendo una actividad física intensa y completa, beneficiosa a cualquier edad.

Esta disciplina es un arte marcial/curativo que combina los movimientos de las artes marciales con técnicas de circulación del Qi (Energía), la respiración y el estiramiento. Utiliza la antigua teorías del Yin y del Yang y de los Cinco Elementos como base y para establecer sus principios de entrenamiento que comprenden la integración de la mente, el Qi y el cuerpo.

Con más de 1500 años, es una de las artes marciales documentadas más antiguas del mundo. Aunque originalmente, el tai chi fue un arte marcial interno desarrollado para la lucha cuerpo a cuerpo, ya sea armada o desarmada. Actualmente su consideración es cada vez más como una práctica físico-espiritual, que por una parte sería muy provechosa para la salud, mientras que por otra constituye una técnica de meditación (meditación en movimiento). Frente a estos puntos de vista, en muchas escuelas su aspecto de arte marcial va perdiendo importancia hasta a veces desaparecer totalmente.

Relizando una práctica continuada este arte marcial produce un profundo efecto en todos los sistemas del cuerpo porque reduce las tensiones, mejora la circulación y aumenta la fuerza y la flexibilidad, así como previene de enfermedades. Al restablecer una circulación adecuada y al liberar de tensión a los músculos, ligamentos y tendones, el Tai Chi ayuda a optimizar la fisiología del cuerpo, devolviendo la salud y manteniendo el correcto funcionamiento de todos los sistemas, órganos y tejidos.


El Tai-Chi consiste en movimientos lentos y suaves que relajan y fortalecen el cuerpo y la mente. Es un arte marcial interno, lo que nos indica que el desarrollo final de su práctica es la liberación de los obstáculos que no nos permiten crecer física, mental y emocionalmente, y por lo tanto limitan nuestra evolución espiritual.